Que es mejor coche de empresa o dinero

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Dirigir una empresa puede ser duro. Por eso, si establece una política de vehículos de empresa que se adapte a las necesidades de su negocio y a la vez mantenga contentos a sus empleados, tendrá una cosa menos de la que preocuparse. Pero las distintas opciones pueden resultar confusas. ¿Automóvil o compensación en metálico? ¿Y las implicaciones fiscales y el papeleo adicional? Este artículo le orientará sobre los pros y los contras de las opciones de coche de empresa.

Los sistemas tradicionales de vehículos de empresa son relativamente fáciles de gestionar y podrían ser la opción adecuada para su empresa. Trabajando en colaboración con una empresa de servicios de flotas, podrá elegir qué coches ofrecer a su personal; así, por ejemplo, si para usted y su empresa es importante tener una flota de vehículos de bajas emisiones, tendrá la flexibilidad y el control necesarios para conseguirlo. También pueden ayudarle con las ITV, las revisiones, los neumáticos y las averías, e incluso pueden proporcionarle vehículos de alquiler asegurados.

Una de las desventajas es que, si un empleado deja la empresa, tendrá un coche de repuesto en sus manos o tendrá que asumir los costes de rescindir el contrato antes de tiempo, aunque si contrata a un sustituto, tendrá un coche de empresa listo y esperándole para que pueda empezar a trabajar.

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A la hora de cubrir los gastos de desplazamiento de sus empleados, puede elegir entre dos opciones. La primera opción es proporcionar un coche de empresa de su propiedad, y los empleados pueden utilizarlo a su discreción. La segunda opción es ofrecer una asignación para el coche. Este tipo de subvención reembolsa a los empleados el coste de utilizar sus propios vehículos para gastos relacionados con la empresa.

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Un programa de coches de empresa significa que la empresa compra y mantiene vehículos a los que da acceso a los empleados. Estos coches permiten a los empleados realizar viajes por cuenta de la empresa, al tiempo que eliminan la necesidad de que los empleados utilicen sus propios vehículos para viajes relacionados con la empresa. Incluso puede optar por permitir que un empleado utilice estos vehículos también para uso personal.

Probablemente se pregunte cómo funciona el impuesto sobre los vehículos de empresa, y ésta puede ser una de sus importantes ventajas. El coste de los coches de empresa puede amortizarse y deducirse, al igual que los costes de adquisición, mantenimiento y funcionamiento de estos vehículos. Sin embargo, sigue siendo crucial registrar todo el uso de estos vehículos relacionado con la empresa para poder reclamar cualquier deducción fiscal.

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El uso de la electricidad hará que su política de viajes sea más sostenible y demostrará que su empresa es consciente de su impacto medioambiental. Pero eso no resuelve el problema de los atascos. En su lugar, puede dar a sus empleados los medios para utilizar sus propios vehículos para el trabajo pagándoles una asignación por vehículo.

Invertir en una flota de coches de empresa significa ocuparse del combustible, el seguro y los servicios. También tendrá que sustituir los vehículos cada pocos años. Así que, aunque los coches de empresa han sido populares durante varios años, tiene sentido explorar alternativas.

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Una opción es la asignación de vehículos, que permite traspasar las responsabilidades de la propiedad del vehículo a los empleados. Pero es difícil controlar el gasto y medir el uso. Y aunque lo hiciera, sería mejor dedicar el tiempo a otras tareas.  También es importante recordar que no todo el mundo tiene carné de conducir. Y esto no debería ser un obstáculo a la hora de contratar a la mejor persona para el trabajo. Si sólo ofreces un coche de empresa o una asignación para el coche como ventaja para el empleado, estás limitando a quién puedes contratar.

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Según una encuesta publicada por XpertHR, el coche de empresa sigue siendo un beneficio muy popular entre los empleados, ya que el 71,3% de las empresas cuentan con un plan de coche de empresa. Pero a medida que la fiscalidad del coche de empresa se encarece y parece más complicada, ¿por qué elegirían los empleados un coche de empresa en lugar de una asignación en metálico?

Desde las prestaciones en especie (BIK) hasta el ahorro en combustible, hay muchas cosas que considerar antes de tomar una decisión. Analizamos los pros y los contras de ambas opciones para ayudarle a decidir qué es lo mejor para usted.

Normalmente, a un empleado se le ofrece un coche específico o la posibilidad de elegir entre varios coches hasta un determinado valor. Los coches de empresa pueden utilizarse para viajes de negocios y privados, pero el empleado no será propietario del coche. Por lo tanto, el empleado no está vinculado a un contrato financiero y no es responsable de la revisión, el mantenimiento o el seguro del coche.

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Los coches de empresa se consideran un beneficio o prebenda para el empleado, lo que significa que los conductores tienen que pagar el impuesto sobre prestaciones en especie (BIK). Este impuesto se calcula utilizando el precio P11D del coche y su cifra de emisiones de CO2. El precio P11D es esencialmente lo que vale el coche y es similar al precio de catálogo del coche. El valor P11D incluye cualquier extra opcional que el conductor añada al coche, por ejemplo, llantas de aleación más grandes.

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