¿Qué ocurre con un administrador de una sociedad en liquidación?
Nada impide a los administradores crear una nueva empresa. Sin embargo, si la nueva empresa tiene el mismo nombre o un nombre comercial similar al de la empresa liquidada, los administradores pueden ser considerados personalmente responsables de las deudas de la nueva empresa, a menos que obtengan la autorización del tribunal. También pueden enfrentarse a una multa considerable o incluso a penas de prisión. Son las denominadas disposiciones “phoenix”.
La principal excepción es cuando la nueva empresa compra los activos de la antigua a su síndico o liquidador. En este caso, los administradores deben escribir a todos los acreedores de la antigua empresa para informarles de la constitución de la nueva sociedad.
Además, si los administradores están constantemente involucrados en empresas en quiebra, se les puede prohibir que actúen como administradores en el futuro, previa solicitud al Ministerio de Empresa, Innovación y Empleo o al Tribunal.
El trabajo del liquidador consiste en obtener el mejor precio por los activos. Si un administrador quiere comprar activos, el liquidador los valora de forma independiente. Siempre que la venta se realice al mismo precio o a un precio superior al que se obtendría en el mercado abierto, no suele haber razón para que no se lleve a cabo. De hecho, estas ventas suelen reportar más beneficios a los acreedores, ya que no hay que pagar comisiones de subasta ni de otro tipo.
¿Cuánto dura un proceso de liquidación?
Una empresa sólo puede ser liquidada voluntariamente por sus accionistas. El liquidador designado debe ser un administrador concursal autorizado. Existen dos tipos de liquidación voluntaria: la liquidación voluntaria de los socios y la liquidación voluntaria de los acreedores.
Se produce cuando los accionistas de la empresa deciden ponerla en liquidación, pero no hay activos suficientes para pagar íntegramente a los acreedores, es decir, la empresa es insolvente. La liquidación comienza en el momento en que se aprueba la resolución de disolución.
Si la mayoría de los administradores no hace una declaración de solvencia, o la empresa es insolvente, los accionistas aún pueden votar a favor de una liquidación voluntaria. Este tipo de liquidación se denomina liquidación voluntaria de acreedores.
La empresa puede nombrar liquidador a un administrador concursal autorizado. También debe convocar una junta de acreedores (normalmente el mismo día que la junta de accionistas) en la que se les informará de sus asuntos financieros. Los acreedores pueden nombrar a un liquidador y su nombramiento suele prevalecer sobre el de los accionistas, en caso de ser diferente.
Empresas
La liquidación tiene efecto inmediato y las empresas liquidadas se cierran y se eliminan del Registro Mercantil.
El papel de un liquidadorSi su empresa entra en liquidación, se nombra un liquidador para:Un liquidador debe ser un profesional de la insolvencia con licencia.El liquidador toma el control de, y congela todos los activos no garantizados de su empresa que luego se venden para pagar a sus acreedores y accionistas.Si es necesario, el liquidador celebra una reunión de acreedores para:El liquidador tiene poderes importantes para contactar y tratar con su empresa’s:El liquidador debe preparar informes periódicos sobre las actividades y los resultados de la liquidación para los acreedores y accionistas, y presentar estos informes ante la Oficina de Empresas.
Al final del proceso de liquidación, el liquidador debe preparar y presentar informes finales y resumidos sobre las actividades y los resultados de la liquidación.El liquidador también debe notificar públicamente la intención de eliminar su empresa del Registro Mercantil.Debemos esperar 20 días hábiles a partir de la fecha de esa notificación pública para permitir que se presenten objeciones a la eliminación de su empresa.
Fecha de liquidación
Los administradores suelen preguntarse cuánto dura una liquidación voluntaria de acreedores. En realidad, no es una pregunta que merezca la respuesta “cuánto dura un trozo de cuerda”. Sin embargo, depende de la situación.
La liquidación voluntaria de acreedores consta de dos fases principales. Por un lado, la liquidación de la empresa y, por otro, la liquidación propiamente dicha, en la que se nombra al liquidador.
Una Liquidación Voluntaria de Acreedores no puede llevarse a cabo sin que los Directores aprueben el proceso y sigan los procedimientos formales. Siempre hay excepciones, pero eso queda fuera del alcance de este artículo, que trata de la gran mayoría de los casos.
Normalmente, la mayoría de las pequeñas empresas con un número relativamente bajo o modesto de acreedores y activos tardan entre 21 y 28 días en liquidarse. Se puede hacer más rápido, pero la realidad es que para hacerlo mucho más rápido toda la información para poner en marcha una liquidación debe estar reunida y disponible. Este es el tema de otro artículo titulado “Cómo iniciar una liquidación”.
