5 ejemplos de empresas sociales
Cada vez son más las empresas que ven cómo los retos mundiales -desde el cambio climático y las amenazas a la biodiversidad hasta la violencia de género y la esclavitud moderna- amenazan su capacidad para operar, crecer y prosperar. Por razones relacionadas con el riesgo, la oportunidad, la competitividad y la responsabilidad externa, cada vez más vemos cómo las iniciativas de sostenibilidad pasan de ser responsabilidad social corporativa (RSC) a ser fundamentales para hacer negocios.
Si peináramos gran parte de las deliberaciones del último año de la COP27 (Clima) y la COP15 de Montreal (Biodiversidad), así como de otros foros mundiales como Davos, surgiría un mensaje central: los retos colectivos y complejos de la sostenibilidad y los problemas perversos no pueden resolverse en solitario. El sector privado necesita alianzas, incluida la colaboración intersectorial con diversos agentes con la experiencia, las redes y los enfoques necesarios para crear soluciones a escala.
Nuestra investigación exploró cómo y por qué las grandes empresas se asocian con empresas sociales para ampliar las oportunidades en los mercados emergentes y resolver retos complejos. Descubrimos que las empresas están involucrando a las empresas sociales en sus cadenas de valor y más allá.
Organizaciones de empresas sociales
Un emprendedor social es una persona que persigue aplicaciones novedosas que tienen el potencial de resolver problemas comunitarios. Estos individuos están dispuestos a asumir el riesgo y el esfuerzo de crear cambios positivos en la sociedad a través de sus iniciativas. Los emprendedores sociales pueden creer que esta práctica es una forma de conectar con el propósito de su vida, ayudar a otros a encontrar el suyo y marcar la diferencia en el mundo (todo ello mientras se ganan la vida a duras penas).
Aunque la mayoría de los emprendedores están motivados por la posibilidad de obtener beneficios, el afán de lucro no impide que el emprendedor ordinario tenga un impacto positivo en la sociedad. En su libro La riqueza de las naciones, el economista Adam Smith explicaba: “No es de la benevolencia del carnicero, el cervecero o el panadero de quien esperamos nuestra cena, sino de su atención a su propio interés”.
Smith creía que cuando los individuos perseguían su propio interés, se orientaban hacia decisiones que beneficiaban a los demás. El panadero, por ejemplo, quiere ganarse la vida para mantener a su familia. Para lograrlo, fabrica un producto -pan- que alimenta y nutre a cientos de personas.
Ejemplos de empresas sociales cooperativas
Las empresas sociales son negocios que operan con un fin social o medioambiental. Hay más de 100.000 empresas sociales en el Reino Unido, que aportan 60.000 millones de libras a la economía y dan empleo a unos dos millones de personas. Las empresas sociales demuestran una forma mejor de hacer negocios, que da prioridad al beneficio de las personas y el planeta y utiliza la mayor parte de los beneficios para promover su misión. Las empresas sociales contribuyen a reducir la desigualdad económica, a mejorar la justicia social y a la sostenibilidad medioambiental.
Las empresas sociales son negocios. Como cualquier otra empresa, buscan obtener beneficios y tener éxito comercial. Pero la forma en que operan, a quién emplean, cómo utilizan sus beneficios y dónde trabajan está transformando vidas y comunidades en todo el Reino Unido y en todo el mundo.
Las empresas sociales trabajan en todos los sectores de la economía británica: crean y comercializan productos y servicios de consumo, proporcionan recursos a las comunidades locales, gestionan agencias creativas, organizaciones artísticas, proyectos de reciclaje, cafeterías y restaurantes, servicios de limpieza y empresas de gestión de residuos. Las empresas sociales también prestan servicios públicos de alta calidad, y hasta un tercio de los proveedores de atención sanitaria comunitaria son empresas sociales.
9 tipos de empresas sociales
Hay varias maneras de buscar ideas de empresas sociales. Ver ejemplos de empresas sociales en acción es una de las mejores maneras de inspirarse para lo que usted quiera crear.
A medida que se difunde el mensaje de fusionar la perspicacia empresarial y la innovación con la tarea de construir un cambio social duradero, y junto con el creciente número de poderosos ejemplos de cambio positivo que se manifiestan en todo el mundo, el movimiento de la empresa social sigue ganando tracción. Con este enfoque empresarial para diversificar las fuentes de financiación, una organización puede liberarse de las “ataduras” de las subvenciones y, a menudo, de las poco fiables donaciones de empresas o particulares.
Las ideas de negocio tradicionales también pueden surgir de la identificación de una necesidad social, pero la diferencia entre una empresa social y un negocio tradicional es la motivación del empresario. La motivación principal de un empresario tradicional suele ser el deseo de ganar dinero, mientras que a un empresario social le mueve ante todo la pasión por resolver un problema social. La creación de una empresa o la utilización de los principios del mercado (es decir, la venta de productos o servicios) se utilizan como mecanismo para resolver los problemas sociales o medioambientales sobre los que pretenden incidir.
