Aumento de los precios de la energía
A pesar de las turbulencias en los mercados del gas y la electricidad, la mayoría de las empresas europeas de servicios públicos han obtenido buenos resultados financieros. El aumento de los precios de la energía ha empujado a los gobiernos europeos a tomar medidas para proteger a los consumidores. Entre esos planes, la limitación de los precios podría cambiar las reglas del juego en el sector
Por parte de las empresas de servicios públicos europeas, la opción preferida ha sido el apoyo gubernamental directo a los consumidores. No se ha intentado intervenir directamente ni perturbar los mercados energéticos ni interferir en los modelos de negocio y los beneficios.
El tope de precios, junto con el frágil modelo de negocio de algunos proveedores de energía, fue la causa de múltiples quiebras en el mercado de proveedores de energía del Reino Unido. Como reacción a las turbulencias del mercado, el límite de precios para unos 22 millones de clientes británicos se revisó al alza para el periodo comprendido entre abril y septiembre de 2022, con un aumento de 693 libras para el hogar medio, hasta las 1.971 libras anuales. Como los precios al por mayor del gas natural y la electricidad siguen subiendo, se espera que la factura máxima de los hogares se sitúe en torno a las 2.800 libras para el periodo comprendido entre octubre de 2022 y marzo de 2023.
Excepción ibérica
Sobre la base de la Estrategia del Hidrógeno de la UE de julio de 2020, la Comisión Europea publicó a mediados de diciembre de 2021 el proyecto de paquete de medidas sobre el hidrógeno y el mercado del gas descarbonizado (proyecto de paquete). Las propuestas de modificación del régimen del gas -la Directiva sobre el Gas (DG revisada) y el Reglamento sobre el Gas (RG revisado)- sientan las bases para el desarrollo de los mercados del hidrógeno; estas provienen de la necesidad de adaptar las normas sobre el gas ya vigentes, que datan de 2009, y el Tercer Paquete Energético, a la transición energética y a las ambiciones climáticas de la Unión[1] Dicho de otro modo, la Comisión Europea reconoce la importancia de promover la producción y el uso de gases renovables y bajos en carbono, incluido el hidrógeno, en la transición energética. Este proyecto de paquete contempla el hidrógeno y otros gases bajos en carbono como complementos de la electrificación en ámbitos en los que esta última es demasiado difícil o costosa, como la industria de alto consumo energético o el transporte pesado. Así, junto con el aumento de la producción de energía renovable, los gases de baja emisión de carbono (biometano e hidrógeno) deben contribuir a hacer realidad las ambiciones esbozadas en la propuesta “Fit for 55”.
Grupo de reflexión Bruegel
Los 27 ministros de Energía de la UE llegaron el viernes (11 de junio) a un incómodo compromiso sobre la revisión de las normas de la UE relativas a las inversiones en infraestructuras energéticas transfronterizas, el llamado reglamento RTE-E. El tenso debate sienta un precedente no deseado para futuros debates sobre el gas.
El texto final de compromiso, acordado por los países de la UE el viernes, dejó a algunas capitales descontentas con el enfoque restrictivo del bloque respecto al gas, mientras que otras se negaron a apoyarlo porque permite la entrada de demasiado gas fósil en la futura red de gasoductos de Europa.
“Es un tema controvertido que seguirá dividiendo a las mayorías en todas las instituciones”, añadió. “Creo que lo que vimos el viernes no sienta el mejor tipo de precedente para la próxima legislación”.
La revisión del reglamento sobre las infraestructuras energéticas transeuropeas (RTE-E) se saldó con una división equitativa entre 11 países de Europa occidental, en su mayoría, y nueve de Europa central y oriental, en torno al gas natural.
El reñido acuerdo dejó la puerta abierta a algunos proyectos de gas natural, incluida la prórroga de los actuales proyectos de Chipre y Malta para conectar las dos islas mediterráneas a la red europea de gas.
El precio máximo del gas en España
En el siguiente apartado le ayudaremos a entender de forma fácil y sencilla algunos conceptos como mercado regulado, mercado libre, peajes de acceso, energía consumida o punto de suministro, que son fundamentales a la hora de decidir la contratación de un determinado tipo de servicio y que nos pueden permitir un ahorro a final de mes en la factura y un consumo más eficiente de la energía.
Gracias a este proceso, desde el 1 de julio de 2008 el usuario puede optar por comprar la energía en el mercado regulado por el Gobierno, o elegir una de las tarifas que ofrecen las diferentes comercializadoras, cuyo precio es libre (mercado libre).
Hasta entonces, la misma empresa se encargaba tanto de suministrar la energía como de cobrarla a los consumidores. Tras la liberalización, aparecen dos figuras: la empresa distribuidora (lleva el gas a las casas) y la comercializadora (factura el combustible consumido).
Las tarifas reguladas del mercado se denominan “tarifas de último recurso”(TUR) y son el precio regulado al que las comercializadoras de último recurso venden el gas natural al consumidor final. Las fija el Gobierno.
