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Época históricaPeríodo de entreguerras- Tratado de Madrid 27 de noviembre de 1912- Guerra del Rif 8 de junio de 1921- Levantamiento nacionalista 17 de julio de 1936- Ocupación de Tánger 14 de junio de 1940 – 11 de octubre de 1945- Retrocedió a Marruecos 7 de abril de 1956.
El protectorado español en Marruecos[a] se estableció el 27 de noviembre de 1912 mediante un tratado entre Francia y España[1] que convertía la esfera de influencia española en Marruecos en un protectorado formal.
El protectorado español consistía en una franja norte en el Mediterráneo y el estrecho de Gibraltar, y una parte sur del protectorado[2] alrededor del cabo Juby, lindando con el Sáhara español. La zona norte pasó a formar parte del Marruecos independiente el 7 de abril de 1956, poco después de que Francia renunciara a su protectorado. España cedió finalmente su zona sur mediante el Tratado de Angra de Cintra el 1 de abril de 1958, tras la breve guerra de Ifni[3]. La ciudad de Tánger quedó excluida del protectorado español y recibió un estatuto especial de control internacional como Zona Internacional de Tánger.
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Nantai Trade Consulting es una consultora especializada en el desarrollo de negocios internacionales. Prestamos servicios globales de exportación e importación, logística internacional y, sobre todo, procesos de implantación en mercados exteriores. Hemos llevado a cabo varios proyectos en Marruecos, especialmente con empresas industriales españolas y del sector de la automoción que, como cualquiera que conozca este sector, tiene un importante hub en Tánger.
Nuestro objetivo es básicamente ayudar a las pequeñas y medianas empresas españolas a entrar en los mercados exteriores y, sobre todo, en el mercado marroquí, tanto a las pequeñas empresas que están dando sus primeros pasos en el ámbito de la internacionalización, como a las que ya tienen experiencia pero necesitan una ayuda puntual en un momento determinado.
En primer lugar, cuando hablamos de salir a un mercado exterior, sobre todo para empresas que se lo plantean por primera vez, que han controlado o monopolizado el mercado nacional y creen que hay oportunidades para sus productos o servicios en el mercado marroquí, siempre decimos que hay que hacer una pequeña introspección de la empresa para ver realmente esas capacidades que tiene la empresa.
Marruecos
Marruecos y España mantienen amplios lazos diplomáticos, comerciales y militares[1]. La política exterior de Marruecos se ha centrado en sus socios occidentales, incluida la vecina España[2]. Sin embargo, históricamente han sido intensos y conflictivos[3][4].
Tras cruzar el estrecho de Gibraltar en el año 711, los musulmanes del norte de África dirigidos por el comandante omeya Tariq ibn Ziyad se apoderaron del reino visigodo de Hispania en la estela de la conquista islámica de la Península Ibérica[5]. [En las primeras generaciones posteriores a la conquista, el romance africano (considerado parte de un continuum con el romance ibérico) que presumiblemente hablaban los invasores bereberes pudo haber facilitado la comunicación con la población nativa[6] antes de su arabización. Tras la toma del califato omeya por los abbasíes, una rama de los omeyas estableció en la Península Ibérica un sistema de gobierno islámico independiente centrado en Córdoba (inicialmente un emirato y más tarde un califato), que perduró hasta su desaparición a principios del siglo XI y su consiguiente sustitución por efímeros estados islámicos. En el siglo X, Córdoba emprendió una política expansionista para ampliar su influencia en el Magreb, en lucha contra el Imperio fatimí[7][8].
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Históricamente, la calidad variable de las relaciones hispano-marroquíes ha estado determinada casi exclusivamente por las vicisitudes de la política interna de ambos países. Sin embargo, a pesar de los numerosos altibajos, Perejil incluido, la retórica oficial siempre ha expresado un “deseo mutuo de fortalecer unas relaciones fructíferas entre naciones hermanas”.
Aparte de las numerosas referencias a las relaciones fructíferas y los lazos familiares, el principal intento de definir un marco estable para las relaciones hispano-marroquíes se encuentra en el “Acuerdo de amistad, vecindad y cooperación entre el Reino de Marruecos y el Reino de España” de 1991.
En teoría, el Acuerdo plasmaba el deseo de estabilidad en las relaciones bilaterales y asumía lo que desde entonces se ha aplicado como un axioma: que la proliferación e intensificación de lazos e intereses comunes aliviaría las tensiones y facilitaría unas relaciones fluidas y estables.
En la práctica, no ha sido así. Cuestiones como la pesca, las reivindicaciones territoriales, el Sáhara, la inmigración y las aguas territoriales han provocado relaciones tensas y dificultades en numerosas ocasiones. Por lo tanto, o el axioma es incorrecto o, en mi humilde opinión, es incompleto.
