Economía de libre mercado
Mucha gente no sabe la respuesta a esto: “¿pagas tu electricidad en el mercado libre o en el regulado?”. Hay dos formas de pagar la factura de la luz. Es importante conocer la diferencia entre ambas: lo que cambia es el precio que vas a pagar por la energía.
Pulsas el interruptor y se enciende la luz. “Como por arte de magia”, pero todo depende de las centrales eléctricas que generan la energía y de las compañías eléctricas que la venden y envían las facturas al consumidor final.
La mitad de los hogares españoles (13 millones) están en el mercado libre y la otra mitad en el mercado regulado. Pero el mercado libre está en alza, de hecho en los últimos meses ha superado al regulado.
Se trata de la tarifa PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor). Este precio varía cada hora y cada día en función del equilibrio entre la oferta y la demanda entre quien produce la energía (la empresa generadora) y quien la vende a los consumidores (la empresa que vende la electricidad).
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El mercadillo de Marheinekeplatz es bastante popular entre los lugareños, en parte gracias al gran número de agradables cafés y restaurantes de la cercana Bergmannstraße. Cerca del histórico Mercado Marheineke, los coleccionistas y los cazadores de gangas encontrarán una buena mezcla de vendedores particulares y comerciales. La oferta abarca desde antigüedades, artículos para el hogar, moda, juguetes y bicicletas hasta arte, diseño, objetos hechos a mano, libros, discos y DVD. Un pequeño parque infantil y, en verano, una fuente hacen que los visitantes más jóvenes también se lo pasen en grande en el rastro.
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Cuadro 1 Preferencias políticas de las distintas escuelasTabla completaLa perspectiva de libre mercado se ha operacionalizado en el concepto de libertad económica de Gwartney et al. (1996), además de definirse en indicadores mensurables por el Índice de Libertad Económica del Mundo del Instituto Fraser (índice Fraser-EFW, véase https://www.fraserinstitute.org/economic-freedom/approach). Según esta definición, los individuos tienen libertad económica cuando los derechos de propiedad están asegurados y cuando son libres de usar, intercambiar o dar su propiedad a otro, siempre que sus acciones no violen los derechos idénticos de los demás. Friedman, entre otros, participó en la creación de este índice. Este índice consta de 44 indicadores que se agrupan en cinco subconstructos de libertad económica:
Tabla 3 Análisis de correlación bivariadaaTabla de tamaño completoEl desarrollo humano (IDH) está positivamente relacionado con la libertad económica (EF), el gasto público en educación (PEE), la regulación medioambiental (ER) y la regulación de género (GR), y está negativamente relacionado con el tamaño (pequeño) del gobierno (SG), la regulación del mercado laboral (LR) y la contaminación medioambiental (EP). La contaminación medioambiental está negativamente relacionada con la regulación medioambiental. Esto sugiere que la causalidad va de la regulación medioambiental a la contaminación medioambiental, ya que una mayor regulación llevaría a una menor contaminación. Si la causalidad fuera inversa y la regulación medioambiental se produjera cuando hay mayor contaminación, cabría esperar un signo positivo.Análisis de regresiónEn la tabla 4 se presentan los resultados del análisis de regresión múltiple. Las columnas 1-2 presentan los resultados de la regresión para el IDH y las columnas 3-4 para la contaminación medioambiental. Tanto para el IDH como para la contaminación medioambiental, los resultados de la estimación de los modelos de efectos aleatorios (RE) y de efectos fijos (FE) son muy similares y, por lo tanto, no es sorprendente que la prueba de Hausman sea insignificante. Basándonos en este resultado, preferimos los modelos de efectos aleatorios. La prueba de Fisher muestra que los residuos de los modelos de efectos aleatorios no contienen una raíz unitaria, lo que apoya la cointegración.
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El artículo de Jaffe, junto con el editorial que escribió para el Houston Chronicle, sostenía que Estados Unidos corre el peligro de quedarse rezagado mientras disfruta de los beneficios de su auge interno de producción de petróleo y gas, mientras su principal rival internacional, China, se orienta con fuerza hacia fuentes y tecnologías de energía renovable, con el apoyo de miles de millones en financiación directa del gobierno, créditos fiscales y otras subvenciones.
Sin un gobierno proactivo dispuesto a “diseñar políticas que ayuden a la innovación y promuevan la adopción de tecnologías que puedan rivalizar con los productos chinos”, sostuvo Jaffe, Estados Unidos corre el riesgo de quedarse estancado en las energías de combustibles fósiles del pasado mientras China establece las condiciones del futuro mundial de la energía limpia.
“Estados Unidos corre el riesgo de dilapidar su dominio del mercado energético mundial”, escribió Jaffe. “Pero con un liderazgo fuerte y un compromiso a largo plazo, puede asegurar su futuro energético para las próximas décadas”.
Las conclusiones de Jaffe no son poco ortodoxas, y se hacen eco de las preocupaciones generalizadas en torno a la retirada prevista de Estados Unidos del acuerdo de París sobre el cambio climático y su posible impacto en la transición energética mundial. No obstante, sus artículos suscitaron un rápido contraargumento por parte de Robert L. Bradley, fundador y director ejecutivo del Instituto de Investigación Energética, un grupo de reflexión sobre el libre mercado. La respuesta de Bradley criticaba tanto las opiniones de Jaffe sobre el pivote de las energías renovables en China como el concepto mismo de la implicación de la política gubernamental en los mercados energéticos.
