Acciones de empresas de hostelería
Pocas personas disponen del tiempo de ocio que desean, y eso significa que lo guardan con cuidado. Si una empresa del sector del ocio quiere captar la atención de su público objetivo, debe desarrollar una marca convincente, única y reconocible. Y luego, debe utilizarla para convencer a la gente de que su empresa es merecedora de su tiempo libre.
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de crear la marca de una empresa de ocio es el logotipo que se elija. Su logotipo es lo primero que verá la mayoría de la gente cuando busque formas de pasar sus tardes libres, fines de semana o vacaciones. Si quiere que sigan adelante y conozcan mejor su empresa, su logotipo debe ser intrigante y representativo de su empresa.
Elegir el logotipo adecuado es un reto en cualquier sector. La imagen y la tipografía que elija deben permitir que la gente conozca su marca de un vistazo. Es útil saber qué emociones quiere sentir la gente cuando busca opciones de ocio.
1. La confianza es lo primero. ¿Por qué es importante? Porque la gente quiere saber que las empresas de ocio pueden proporcionarles el entretenimiento o la relajación que buscan. Su logotipo no puede ser vacilante o confuso. Debe mostrar claramente a la gente quién es usted y qué hace, e inspirar confianza en que puede cumplir sus promesas.
Significado del ocio
Este campo se ha desarrollado hasta el punto de contar con titulaciones universitarias y disciplinas centradas en él, como la Escuela de Administración Hotelera de la Universidad de Cornell, Webber, y los departamentos de hostelería, ocio y gestión turística de la Universidad Estatal de San José[1]. Algunas universidades ofrecen titulaciones de ocio, dos de ellas se encuentran en los Países Bajos: la Universidad de Ciencias Aplicadas de Breda y la Universidad de Ciencias Aplicadas de NHLStenden. Ambas ofrecen licenciaturas en gestión internacional del ocio, la última de las cuales se denomina International Leisure & Events Management.
Beneficios del ocio
Esto es más importante de lo que parece, porque no son sólo las personas las que se lo pierden. Cuando la gente no tiene tiempo para sus aficiones, las empresas pagan un precio. Las aficiones pueden hacer que los trabajadores sean mucho mejores en su trabajo. Lo sé por experiencia propia. Siempre me ha gustado tocar la guitarra y componer. Pero, al igual que los trabajadores de todo el mundo, puedo caer en la trampa de sentir que no tengo tiempo para dedicarme a ello. Como responsable de generación de demanda de Nextiva, tengo suficiente trabajo para mantenerme ocupado las veinticuatro horas del día. Puedo caer fácilmente en la trampa de la “semana laboral de 72 horas”, que tiene en cuenta el tiempo que las personas pasamos conectadas al trabajo en nuestros teléfonos fuera del horario laboral oficial.
Cuando caigo, siempre tengo la tentación de hacer algo sedentario y sin sentido. No es de extrañar que ver la televisión sea, con diferencia, el uso más popular del tiempo libre en Estados Unidos y que encabece la lista en otros países, como Alemania e Inglaterra.
Creatividad. Para destacar y competir en un entorno empresarial saturado y en constante cambio, las organizaciones necesitan ideas nuevas e innovadoras que destaquen por encima del ruido. A mí me toca buscar constantemente nuevas formas de atraer la atención de los compradores potenciales. Pero tener una idea totalmente original puede ser difícil cuando la mente está llena de objetivos, métricas y plazos.
Viajes y ocio
El ocio se ha definido a menudo como una cualidad de la experiencia o como tiempo libre[1][2]. El tiempo libre es el tiempo que se pasa alejado de los negocios, el trabajo, la búsqueda de empleo, las tareas domésticas y la educación, así como de actividades necesarias como comer y dormir. El ocio como experiencia suele hacer hincapié en las dimensiones de libertad y elección percibidas. Se realiza “por sí mismo”, por la calidad de la experiencia y la implicación”[1] Otras definiciones clásicas son la de Thorstein Veblen (1899) de “consumo no productivo del tiempo”[3] El tiempo libre no es fácil de definir debido a la multiplicidad de enfoques utilizados para determinar su esencia. Diferentes disciplinas tienen definiciones que reflejan sus temas comunes: por ejemplo, la sociología sobre fuerzas y contextos sociales y la psicología como estados y condiciones mentales y emocionales. Desde el punto de vista de la investigación, estos enfoques tienen la ventaja de ser cuantificables y comparables en el tiempo y el espacio[4].
Los estudios sobre el ocio y la sociología del ocio son las disciplinas académicas que se ocupan del estudio y el análisis del ocio. El ocio se diferencia de la recreación en que es una actividad con propósito que incluye la experiencia del ocio en contextos de actividad. Los economistas consideran que el tiempo libre tiene el mismo valor para una persona que el salario que podría ganar por el mismo tiempo dedicado a la actividad. Si no fuera así, la gente trabajaría en lugar de disfrutar del ocio.[5] Sin embargo, la distinción entre ocio y actividades inevitables no está rígidamente definida; por ejemplo, la gente a veces realiza tareas orientadas al trabajo tanto por placer como por utilidad a largo plazo.[6] Un concepto relacionado es el de ocio social, que implica actividades de ocio en entornos sociales, como actividades extraescolares, por ejemplo, deportes, clubes. Otro concepto relacionado es el de ocio familiar. La relación con los demás suele ser un factor importante tanto para la satisfacción como para la elección.