¿Qué es el límite salarial en el deporte?
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Los sueldos y salarios son la remuneración pagada o por pagar a los empleados por el trabajo realizado en nombre de un empleador o por los servicios prestados. Normalmente, un empresario no está autorizado a retener el salario o parte del mismo, salvo en los casos permitidos o exigidos por la ley. Los empleadores están obligados por ley a deducir de los salarios, lo que comúnmente se denomina “retención”, los impuestos sobre la renta, las cotizaciones sociales y para otros fines, que luego se pagan directamente a las autoridades fiscales, la seguridad social, etc., en nombre del empleado. El embargo es una retención del salario ordenada por un tribunal para pagar una deuda.
Los sueldos y salarios suelen pagarse directamente al empleado en efectivo o en un equivalente en efectivo, como un cheque o un ingreso directo en la cuenta bancaria del empleado o en una cuenta indicada por el empleado. Alternativamente, la totalidad o una parte puede pagarse de otras formas, como el pago en especie en forma de bienes o servicios prestados al empleado,[1] como comida y alojamiento.
¿Por qué son buenos los topes salariales?
Un acuerdo de sacrificio salarial no debe reducir los ingresos en efectivo de un empleado por debajo de las tasas del Salario Mínimo Nacional (NMW). Las empresas deben establecer procedimientos para limitar las deducciones por sacrificio salarial y garantizar que se mantengan las cuantías del SMI.
Si su empleado desea acogerse o no a un acuerdo de sacrificio salarial, debe modificar su contrato con cada cambio. El contrato de su empleado debe dejar claro cuáles son sus derechos económicos y no económicos en cada momento.
Por regla general, si un empleado cambia entre ingresos en efectivo y una prestación no monetaria cuando lo desee, no se le aplicarán las ventajas fiscales y las cotizaciones a la Seguridad Social previstas en un acuerdo de sacrificio salarial.
Los requisitos de declaración de muchas prestaciones no monetarias son diferentes de los de los ingresos en efectivo. En general, las prestaciones deben notificarse a HMRC al final del año fiscal utilizando el formulario en línea de gastos y prestaciones de fin de año.
295 £ están sujetas a impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social: el régimen PAYE se aplica al componente en metálico de 250 £; los cheques guardería están exentos de impuestos y de cotizaciones a la Seguridad Social de clase 1 hasta un límite de 55 £ semanales; 45 £ se declaran como prestaciones no monetarias al final del ejercicio fiscal mediante el formulario P11D.
Cómo comunicar un tope salarial
El coste de la rotación de empleados para las empresas es elevado, independientemente del nivel salarial que se pague a los empleados salientes o entrantes. Las políticas laborales que mejoran la retención de los empleados pueden ayudar a las empresas a reducir sus costes de rotación. (AP/ Mike Groll)
Aplicar políticas en el lugar de trabajo que beneficien a los trabajadores y ayuden a fomentar la retención de empleados no es simplemente algo “agradable” que las empresas pueden hacer por sus empleados. Mantener una plantilla estable reduciendo la rotación de empleados mediante mejores prestaciones y políticas flexibles en el lugar de trabajo también tiene sentido desde el punto de vista empresarial, ya que puede suponer un importante ahorro de costes para las empresas.
Treinta estudios de casos extraídos de los 11 trabajos de investigación más relevantes sobre los costes de la rotación de personal demuestran que a las empresas les cuesta aproximadamente una quinta parte del salario de un trabajador sustituirlo. Para las empresas que experimentan altos niveles de rotación, esto puede representar costes significativos que potencialmente pueden evitarse aplicando la flexibilidad en el lugar de trabajo y los días de enfermedad ganados con poco o ningún coste.
¿Deben los directivos estar automáticamente en lo más alto de la escala salarial?
Los impuestos sobre las nóminas son impuestos que gravan a los empresarios o a los trabajadores, y suelen calcularse como un porcentaje de los salarios que los empresarios pagan a sus empleados[1]. Por ley, algunos impuestos sobre las nóminas son responsabilidad del trabajador y otros recaen sobre el empresario, pero casi todos los economistas coinciden en que la verdadera incidencia económica de un impuesto sobre las nóminas no se ve afectada por esta distinción, y recae en gran medida o en su totalidad sobre los trabajadores en forma de salarios más bajos[1][2][3][4]. [1][2][3][4] Dado que los impuestos sobre las nóminas recaen exclusivamente sobre los salarios y no sobre los rendimientos de las inversiones financieras o físicas, los impuestos sobre las nóminas pueden contribuir a una inversión insuficiente en capital humano, como la educación superior[1].
En Bermudas, el impuesto sobre las nóminas representa más de un tercio del presupuesto nacional anual, lo que lo convierte en la principal fuente de ingresos públicos[5]. El impuesto lo pagan las empresas sobre la base de la remuneración total (salario y prestaciones) abonada a todos los empleados, a un tipo estándar del 14% (aunque, en determinadas circunstancias, puede ser tan bajo como el 4,75%). Los empresarios pueden deducir un pequeño porcentaje de la remuneración del trabajador (en torno al 4%)[6] Otro impuesto, la seguridad social, es retenido por el empresario.
