Amortización frente a depreciación
El cálculo de la amortización a efectos contables suele ser sencillo, aunque puede resultar complicado determinar qué activos intangibles amortizar y, a continuación, calcular su valor amortizable correcto. A efectos fiscales, la amortización puede dar lugar a diferencias significativas entre los ingresos contables de una empresa y sus ingresos imponibles.
La amortización de préstamos, un concepto distinto utilizado tanto en el mundo empresarial como en el de los consumidores, se refiere a cómo se dividen los reembolsos de préstamos entre los cargos por intereses y la reducción del capital pendiente. Los planes de amortización determinan cómo se divide cada pago en función de factores como el saldo del préstamo, el tipo de interés y el calendario de pagos.
En el ámbito empresarial, los contables definen la amortización como un proceso que reduce sistemáticamente el valor de un activo intangible a lo largo de su vida útil. Es un ejemplo del principio de correspondencia, uno de los principios básicos de los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (PCGA). El principio de correspondencia exige que los gastos se reconozcan en el mismo periodo que los ingresos que ayudan a generar, en lugar de cuando se pagan.
Regla de amortización
La amortización de intangibles, también conocida simplemente como amortización, es el proceso de contabilizar como gasto el coste de un activo intangible a lo largo de la vida prevista del activo a efectos fiscales o contables. Los activos inmateriales, como patentes y marcas, se amortizan en una cuenta de gastos denominada amortización. En cambio, los activos materiales se amortizan. El proceso de amortización a efectos de contabilidad empresarial puede diferir del importe de amortización utilizado a efectos fiscales.
A efectos fiscales, la base de coste de un activo intangible se amortiza a lo largo de un número determinado de años, independientemente de la vida útil real del activo (ya que la mayoría de los intangibles no tienen una vida útil determinada). El Internal Revenue Service (IRS) permite amortizar los intangibles en un periodo de 15 años si se trata de uno de los incluidos en la Sección 197.
Los activos intangibles son activos no físicos a los que se puede asignar un valor económico. La propiedad intelectual (PI) se considera un activo intangible y es un término amplio que engloba la mayoría de los activos intangibles. La mayor parte de la PI está cubierta por la Sección 197. Algunos ejemplos de estos activos intangibles de la Sección 197 son las patentes, el fondo de comercio, las marcas registradas y los nombres comerciales y de franquicia.
Gastos de amortización deutsch
El cálculo de la amortización a efectos contables suele ser sencillo, aunque puede resultar complicado determinar qué activos intangibles amortizar y, a continuación, calcular su valor amortizable correcto. A efectos fiscales, la amortización puede dar lugar a diferencias significativas entre el resultado contable de una empresa y su base imponible.
La amortización de préstamos, un concepto distinto que se utiliza tanto en el mundo empresarial como en el de los consumidores, se refiere a cómo se dividen los reembolsos de préstamos entre los cargos por intereses y la reducción del capital pendiente. Los planes de amortización determinan cómo se divide cada pago en función de factores como el saldo del préstamo, el tipo de interés y el calendario de pagos.
En el ámbito empresarial, los contables definen la amortización como un proceso que reduce sistemáticamente el valor de un activo intangible a lo largo de su vida útil. Es un ejemplo del principio de correspondencia, uno de los principios básicos de los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (PCGA). El principio de correspondencia exige que los gastos se reconozcan en el mismo periodo que los ingresos que ayudan a generar, en lugar de cuando se pagan.
Amortización de activos inmateriales
Cuando una empresa adquiere un activo, éste puede tener una larga vida útil. Ya se trate de un vehículo de empresa, un fondo de comercio, una sede corporativa o una patente, ese activo puede proporcionar beneficios a la empresa a lo largo del tiempo y no sólo en el periodo en que se adquiere. Para reflejar con mayor exactitud el uso de este tipo de activos, el coste de los activos empresariales puede contabilizarse como gasto cada año a lo largo de la vida útil del activo. Los importes de los gastos se utilizan entonces como deducción fiscal, reduciendo la deuda tributaria de la empresa.
La amortización y la depreciación son los dos métodos principales para calcular el valor de estos activos, con la diferencia clave entre los dos métodos que implican el tipo de activo que se gasta. Además, existen diferencias en los métodos permitidos, los componentes de los cálculos y la forma de presentarlos en los estados financieros.
La amortización se suele imputar linealmente. Esto significa que se gasta la misma cantidad en cada periodo a lo largo de la vida útil del activo. Los activos que se cargan utilizando el método de amortización no suelen tener ningún valor de reventa o salvamento.
