Si me divorcio y tengo una empresa

¿Qué pasa si empiezo un negocio antes de que mi divorcio sea definitivo?

Una pareja que se divorcia y es propietaria de una empresa debe llegar a un acuerdo sobre la disposición de la empresa. Si no llegan a un acuerdo, estarán dejando que el tribunal decida cómo se distribuirán los activos y pasivos de su empresa. Es mejor si usted y su cónyuge separado pueden acordar un plan de distribución para proponer al tribunal. La división equitativa de un negocio o de sus activos formará parte del acuerdo general de divorcio, que un juez debe aprobar.

Los abogados de derecho de familia de Charles R. Ullman & Associates en Raleigh, N.C., pueden representarle en una separación y divorcio y proporcionarle orientación para ayudarle a proteger sus intereses en un negocio familiar o en su empresa comercial de propiedad exclusiva. El abogado de Raleigh, Charles Ullman, está certificado como Especialista en Derecho de Familia por el Colegio de Abogados del Estado de Carolina del Norte y conoce bien el complejo proceso de división de bienes matrimoniales que implica a las empresas familiares.

Un negocio que es propiedad conjunta de una pareja que se divorcia normalmente se separa, se vende a un tercero o uno de los cónyuges compra la participación del otro cónyuge. Pocas parejas que se divorcian quieren seguir siendo socios. En algunos divorcios, uno de los cónyuges quiere su parte de la empresa, independientemente de si satisfacer esa demanda será suficiente para que la empresa sea insolvente.

Si mi marido es propietario de una empresa, ¿lo soy yo también?

Es posible que haya creado la empresa con su ex cónyuge, que la haya adquirido durante su matrimonio o quizá se esté preparando para proteger los activos de su empresa en caso de divorcio o separación. Aquí analizamos cómo proteger su empresa del divorcio con acuerdos pre y postnupciales, qué ocurre durante el procedimiento judicial y la importancia de los bienes matrimoniales.

Cuando se contrae matrimonio o se forma una pareja de hecho, es importante tener en cuenta la protección del patrimonio empresarial en caso de divorcio. Para proteger su negocio y sus bienes matrimoniales antes del matrimonio, usted y su cónyuge podrían firmar un acuerdo prenupcial. Planificar con antelación los acuerdos prenupciales y postnupciales puede ser útil para limitar las reclamaciones contra la empresa. El hecho de que su cónyuge se comprometa a no presentar reclamaciones perjudiciales contra la empresa, en caso de que las cosas vayan mal, puede ser muy útil. Un acuerdo postnupcial puede celebrarse durante el matrimonio para proteger los activos de la empresa en caso de divorcio.

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Si se encuentra en la situación de tener que proteger su empresa mientras se tramita el divorcio, los tribunales tratan cada caso de forma individual. El Tribunal tendrá en cuenta si la empresa se creó antes del matrimonio y por quién. Por ejemplo, si usted o su familia crearon la empresa antes del matrimonio, podría argumentarse que no es un bien matrimonial. Otras consideraciones serán si su cónyuge ha contribuido o no al negocio, incluso en los primeros días, así como si el negocio es de propiedad conjunta o única.

¿Qué ocurre si mi socio se divorcia?

Para entender los efectos que un divorcio tiene sobre una empresa y sus socios, una persona debe entender primero los diferentes tipos de propiedad en un matrimonio. Los bienes son, en general, cualquier cosa que pueda comprarse o venderse;

¿Cómo se relaciona esto con el punto de vista empresarial? Bajo la ley de California, un negocio es reconocido como propiedad, y el interes del negocio sera considerado como parte de los bienes maritales. Si un individuo casado comienza un negocio durante el curso de un matrimonio, entonces todo el interés de negocio que se acumuló de ese negocio pertenecerá a los bienes gananciales. Cuando se produzca un proceso de disolución del matrimonio, ambos cónyuges tendrán derecho al 50% del valor de los intereses del negocio. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el valor del interés del negocio no es lo mismo que tener la propiedad del negocio. En términos más sencillos, si su socio empresarial se divorcia, su cónyuge no obtendrá ninguna propiedad sobre la empresa. Sin embargo, recibirán un valor de interés basado en el negocio.

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Las empresas pueden sufrir las consecuencias de un divorcio, ya sea el suyo o el de su socio. Por ejemplo, una persona puede tener que ceder el 50% del negocio a su cónyuge. O, en algunos casos, si su socio se divorcia, es posible que tenga que añadir a su ex cónyuge como otro socio de su empresa. Sin embargo, la respuesta será diferente en función de cada caso. Normalmente, lo primero que hay que determinar es si la empresa es propiedad separada o ganancial. A continuación, las personas pueden tener que explorar las siguientes cuestiones;

¿Puedo vender mi empresa antes del divorcio?

“¿Cómo me afectará financieramente el divorcio?” Un matrimonio estable es uno de los mejores caminos para construir y mantener la riqueza. El divorcio, en cambio, es caro. Las posesiones, el dinero, los activos financieros y las deudas adquiridas durante el matrimonio (y a veces antes) se dividen entre los ex cónyuges. De hecho, las personas que se divorcian necesitan un aumento de ingresos superior al 30%, por término medio, para mantener el mismo nivel de vida que tenían antes del divorcio.

En general, las mujeres sufren más económicamente el divorcio que los hombres. La carga financiera es mayor durante el primer año tras el divorcio y varía en función de: (1) cuánto dinero aportaba la mujer a los ingresos familiares antes del divorcio, y (2) la capacidad y voluntad de su ex marido de pagar la manutención de los hijos.

La mayoría de los hombres experimentan un descenso del 10-40% en su nivel de vida. La manutención de los hijos y otros pagos relacionados con el divorcio, una casa o apartamento separados y la posible pérdida de los ingresos de la ex mujer suman. En general:

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El divorcio es una de las formas más comunes en que las personas, especialmente las mujeres y los niños, caen en dificultades financieras. Cuando esto ocurre, pasan a depender de los programas, servicios y ayudas del gobierno. El divorcio y la maternidad no deseada cuestan a los contribuyentes estadounidenses al menos 112.000 millones de dólares al año. Otro estudio calcula que el coste del divorcio sólo en Texas es de 3.000 millones de dólares al año. Estos costes corresponden sólo a los programas de asistencia pública (bienestar), no al coste del divorcio en sí (honorarios de abogados y tribunales, asesoramiento, mediación, etc.).

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