Trabajar por cuenta ajena y tener una empresa

Plan de acciones para empleados

Dirigir una empresa propia conlleva muchos retos. Sin embargo, para muchas personas, las recompensas de dirigir una empresa superan con creces las dificultades. De hecho, el 76% de los que deciden dirigir su propia pequeña empresa están “algo contentos” o “muy contentos” con su decisión, según una encuesta realizada en 2020 por la Small Business Trends Alliance de Guidant Financial.

Esta línea de trabajo tampoco es sólo para el espíritu emprendedor. Dirigir un negocio puede resultar apasionante para muchas personas y por muchas razones diferentes. Tanto si buscas un estilo de vida flexible, como si tienes ganas de innovar o simplemente quieres tener más control sobre tu trabajo y tu potencial de ingresos, dirigir tu propia empresa tiene muchas ventajas. He aquí algunas de las más importantes.

¿Has tenido alguna vez un trabajo en el que pensabas que podrías hacerlo mejor si tuvieras el control sobre cómo se hacía? Admitámoslo, los trabajos pueden ser agobiantes y a veces no te permiten maximizar tus conocimientos y habilidades.

Cuando creas tu propia empresa, haces lo que quieres, como quieres y cuando quieres. Desarrollas el producto o servicio al nivel que crees que es mejor. Tienes sistemas y rutinas que funcionan mejor para ti. Y si necesitas un descanso por la mañana o por la tarde para estimular la creatividad y la productividad, puedes tomártelo.

Propiedad de los empleados

Los empleados pueden compartir la propiedad de la empresa de varias formas que van más allá de la compra de acciones o las opciones. Los fideicomisos de propiedad de los empleados (EOT), las cooperativas de trabajadores y los planes de propiedad de acciones de los empleados (ESOP) ofrecen medios para que los empleados compartan la propiedad de la empresa en la que trabajan.

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Dentro de este espectro de estructuras de propiedad de los empleados, existen diferencias. De hecho, sólo de una empresa a otra, el accionariado asalariado puede tener repercusiones diferentes. Una empresa puede prosperar con el modelo elegido; otros empresarios pueden tener problemas con las empresas participadas.

La mayoría de las empresas optan por convertirse en propiedad de los empleados basándose en las ventajas potenciales para las múltiples partes interesadas de la empresa: tanto los propietarios vendedores de la empresa como los subsiguientes empleados-propietarios. Pero ninguna estructura empresarial es perfectamente adecuada para todas las empresas y, a menudo, en los negocios, las ventajas requieren ciertas compensaciones.

Muchas empresas descubren que el accionariado asalariado hace mucho más que proporcionar una estrategia de salida directa a los empresarios que desean vender. El accionariado asalariado puede introducir una nueva dinámica y un sentido de misión compartida, que puede convertirse realmente en una cultura unificada que fortalezca y haga crecer una empresa con el tiempo. Y la mejor manera de determinar si es adecuado para usted y su empresa es obtener más información. Vea más de cerca si su empresa puede ser una buena opción con nuestro cuestionario, ¿Es un ESOP adecuado para usted? Haga clic en el siguiente enlace para empezar.

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En un año determinado, la falta de compromiso en el lugar de trabajo puede costar a las empresas estadounidenses hasta 550.000 millones de dólares. Por eso muchas empresas se han esforzado mucho en mantener motivado a su personal. Para ello, no sólo pagan a sus trabajadores salarios competitivos, sino que también les dan una participación real en la empresa para la que trabajan. Una de las formas más populares de estructurar una empresa propiedad de los empleados es a través de un Plan de Propiedad de Acciones para Empleados (ESOP).

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Como explica un artículo publicado por la Employee Ownership Foundation, “los empleados-propietarios tienen una actitud diferente respecto a su empresa, su trabajo y sus responsabilidades que les hace trabajar con más eficacia y aumenta la probabilidad de que su empresa tenga éxito. Fundamentalmente, los empleados-propietarios son más responsables de su rendimiento laboral y del de sus compañeros simplemente porque tienen un interés común en el éxito de su empresa.”

Un ESOP suele ser un fondo fiduciario creado por un empresario que posee acciones de la empresa en beneficio de sus empleados. A continuación, echaremos un vistazo a seis empresas que son propiedad significativa de sus empleados pasados y presentes, sin ningún orden en particular.

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Las empresas suelen contratar e invertir en empleados para desarrollar nuevos productos, mejorar procesos, crear nuevas tecnologías y desarrollar nuevos mercados. Con esta inversión, no es de extrañar que los empresarios suelan ser propietarios de la propiedad intelectual creada por sus empleados en el curso de su empleo. Sin embargo, la propiedad intelectual creada por un empleado, fuera del curso de su empleo, es propiedad del empleado y no del empresario. Estos sencillos principios plantean problemas tanto a los empleados como a los empresarios.

La propiedad intelectual creada durante el curso del empleo de un empleado no equivale a la propiedad automática y exclusiva del empleador de toda la propiedad intelectual. De hecho, los empleadores que creen erróneamente que son propietarios de dicha propiedad de forma automática pueden pagar un precio muy alto – monetariamente y por la pérdida de invenciones o mejoras – por no proteger dicha propiedad intelectual o por no asegurar eficazmente los derechos de los empleados.

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Para que un empleador sea propietario de la propiedad intelectual es fundamental que exista un acuerdo por escrito con el empleado, en el que se ceda específicamente a la empresa toda la propiedad intelectual creada por el empleado durante el transcurso de su relación laboral con la empresa. Este tipo de acuerdo suele denominarse “cesión de invenciones” o “propiedad de descubrimientos”. En ausencia de un acuerdo de este tipo, el empleado puede tener derechos de propiedad sobre la propiedad intelectual que haya creado mientras trabajaba para la empresa, incluso si la persona fue contratada específicamente para inventar un producto o proceso concreto.

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