Control de calidad en la industria de servicios
La calidad es un valor mundial y se ha convertido en una preocupación universal. El peso de la globalización ha hecho que las organizaciones de fabricación se vean afectadas por tres áreas competitivas principales, como son el coste, la capacidad de respuesta y la calidad. Para sobrevivir mejor, es necesario ofrecer a los clientes productos de buena calidad, por lo que las empresas de fabricación deben garantizar que sus procedimientos se supervisan constantemente y que se mejora la calidad del producto. La empresa de fabricación aplica varias técnicas de control de calidad (CC) para aumentar la calidad de la progresión disminuyendo su variabilidad [1].
Existen diversos métodos para controlar la calidad de los productos o procesos. Se incluyen siete herramientas de control estadístico de procesos (CEP), como planificar, hacer, comprobar, actuar (PDCA), el despliegue de la función de calidad (QFD), el muestreo de aceptación, el análisis modal de fallos y efectos (AMFE), un diseño de experimentos (DoE) y seis sigma [2]. En este capítulo se hace hincapié en la implantación del control de calidad en las empresas y se clasifican los factores de aplicación de las técnicas de control de calidad y las técnicas utilizadas en la implantación. Los factores que inspiran a las empresas a relacionar el control de calidad y las tareas a las que se enfrentan las empresas al implantar el control de calidad [3, 4, 5].
Cómo garantizar el control de calidad en la empresa
En el mundo actual, no es raro que demos por sentada la fiabilidad y calidad de los productos y servicios. Sin embargo, a principios del siglo XX, el control de calidad en la fabricación no era precisamente un proceso fiable.
Ahora, décadas después de que los primeros pioneros crearan procesos de resolución de problemas empresariales y marcos de análisis para determinar y controlar la coherencia y el valor, es posible más que nunca que una empresa aplique y amplíe las mejores prácticas.
La calidad no tiene una definición singular. A pesar del significado relativo de “valor”, el control de calidad es el proceso mediante el cual se prueban y miden los productos/servicios para garantizar que cumplen una norma. A través de este proceso, una empresa puede evaluar, mantener y mejorar la calidad del producto.
Normalmente, las pruebas de calidad forman parte de cada etapa de un proceso de fabricación o empresarial. Con frecuencia, los empleados comienzan las pruebas utilizando muestras recogidas de la línea de producción, los productos acabados y las materias primas. Las pruebas durante las distintas fases de producción pueden ayudar a identificar la causa de un problema de producción y las acciones correctivas necesarias para evitar que vuelva a ocurrir.
¿Qué es el control de calidad en la empresa?
No hay nada mejor que saber que tus clientes están contentos con un producto que acaban de comprar a tu empresa. No hay nada más satisfactorio que los clientes expresen su gratitud a la empresa que les vendió ese producto o servicio; un producto o servicio que les ayudó a resolver un problema y les hizo la vida más fácil. El final feliz de un proceso comercial es saber que el cierre de ventas es siempre satisfactorio para todas las áreas de una empresa.
Ahora bien, no hay que dormirse en los laureles y dar por hecho que nuestros productos ofrecen la garantía de calidad que nuestros clientes esperan, ya que los problemas surgen cuando no estamos atentos; es mejor evitar tener clientes insatisfechos estableciendo un procedimiento para controlar la calidad de nuestros productos.
Por eso, toda empresa que suministre un producto o servicio debe asegurarse de que cumple las normas de calidad establecidas por ella. De lo contrario, recibirá una queja sobre un producto defectuoso que no pasó por el procedimiento para controlar su calidad.
Métodos de control de calidad
Cuando compran productos, los clientes esperan calidad en todo momento. Por tanto, como empresa, es su responsabilidad entregar productos sin defectos. Sin embargo, este no es el caso en la mayoría de las empresas, gracias a la ausencia de procedimientos estandarizados.
Carecer de un proceso de control de calidad adecuado afecta al rendimiento de la empresa y pone en peligro a su consumidor. Si sus productos y servicios son de mala calidad, gastará más tiempo y dinero en reelaborarlos, lo que a la larga merma sus beneficios. Además, sus clientes no estarán satisfechos con sus productos y dejarán de hacer negocios con usted. A medida que se corra la voz sobre sus productos y servicios, su reputación se verá afectada.
Por eso los procedimientos de control de calidad son una función crucial en cualquier organización. Implantar un proceso estandarizado en sus operaciones es la única forma de que su empresa ofrezca productos y servicios coherentes y de calidad a sus clientes.
Si está buscando implantar un proceso de control de calidad en su organización o mejorar el procedimiento existente, este artículo cubrirá todos los pasos que puede utilizar para crear y mejorar el proceso, los requisitos, los beneficios y los métodos a utilizar como guía. Al final del artículo, comprenderá claramente por qué el control de calidad es imprescindible en su empresa.
